miércoles, 4 de junio de 2014

La resaca electoral del 25-M

Ya en la resaca del 25-M, grandioso día electoral europeo por las clarificaciones habidas, caben repasarse los números -absolutos y relativos- que han resultado. 

Ello frente a las previsiones de abril-2014.


PRINCIPALES CONCLUSIONES:

No trato de hacer un análisis exhaustivo, ni mucho menos, sino repasar el evento con pinceladas:
1.  El más absoluto fracaso del bipartidismo que, en franca decadencia, se apresura y apuesta por hurtarnos un proceso constituyente en la segunda restauración. No llegan al 50% y, a pesar de todo, quieren tener lecturas positivas (como en Badajoz y Extremadura) con los casi 5 millones de votos totales perdidos entre Pp-Psoe, y eso con menos abstención.

2.  La victoria clara, aunque insuficiente de I.U. en sus diferentes acepciones territoriales (I Plural), llegando casi a 1 millón de votos más: que gana en Llerena 43 votos, en Azuaga 114, en Badajoz 8.047, en Extremadura 13.110 y en España 974.319, con descensos de los dos partidos en cada uno de los ámbitos apuntados. Cosa que nos alegra y llena, por el trabajo bien hecho en la calle –aunque insuficiente en las visiones de la jerarquía actual- triplicando los resultados, y eso con menos abstención. Jugarán, sin duda, un gran papel en el Parlamento Comunitario, integrándose en coaliciones y promoviendo votaciones decisivas contra la Troika y el denominado austericidio social y la regresión económica actual.




3.   La positiva irrupción en 4 meses de Podemos que, sin medios financieros, ha capitalizado masas y movimientos sociales con mensajes tan frescos como radicales y de los que se espera –y exige- mucho en las próximas elecciones municipales, autonómicas y generales de 2015. Motores contra la abstención. Su gran referente ideológico es el sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos. Buena parte  del programa de Podemos está en los diferentes documentos de Sousa, titulados Cartas a las Izquierdas, de momento van once. Textos impresionantes y de gran calado político. 
4.   El fiasco recibido por UPyD que pretendía, Rosa Díez ella solita, romper el bipartidismo y jugar de bisagra nacional.
5.   La relevancia del sorpasso a CIU de los republicanos de izquierdas en Cataluña que, con vistas al 9-Nov-14, tienen una dinámica imparable (gusten o no los nacionalismos) y que precipitarán reformas constitucionales de amplio calado. Cuestión que hay que agradecer.


OTRAS REFERENCIAS

Remarco a continuación dos párrafos de un artículo reciente de Sin Permiso cuyos titulares son D. Raventós y A. Domenèch sobre  análisis electoral:

Para los editorialistas de Libertad Digital –esa amalgama involuntariamente cómica de revisionismo neofranquista cañí y neoliberalismo paródico—, se avizora un panorama apocalíptico y los "presagios son pésimos": "Si estos resultados marcaran tendencia, el bipartidismo que ha conformado la vida política de los últimos decenios podría tener los días contados. Quizá ni siquiera pudiera salvarlo un Gobierno de concentración (…) las fuerzas más encarnizadamente antiespañolas salen reforzadas de este envite, con resultados terroríficos en País Vasco, Navarra y Cataluña. El escenario en estas regiones se torna estremecedor. (…) Es la hora de los liderazgos fuertes y decididos. Liderazgos que sólo exhibe la extrema izquierda y el nacionalismo sedicioso. No hay manera de atenuar la gravedad del desafío." 
...
Quienes creen que los resultados en el Reino de España solo pueden ser interpretados en clave interna, se equivocan: la gemebunda crisis del bipartidismo dinástico español –que ha pasado en unos meses de sumar más del 80% del sufragio a quedarse por debajo de la simbólica raya del 50%— dimana directamente de las políticas de ajuste neoliberales aplicadas por Zapatero y Rubalcaba al dictado del comisario socialista Almunia y de la Troika.

ADEMÁS DE TODOS ESTOS ANÁLISIS, añado que:

Ahora ¡queremos! poder decidir la forma del Estado y... tampoco nos dejan.

No sé a que tienen miedo si tan seguros están de que la mayoría de los ciudadanos respaldarían la monarquía; porque, además, saben que los demócratas republicanos tenemos un respeto exquisito por las decisiones de las mayorías. No somos como ellos, como "la casta".

Como ya dicen algunos, si Felipe quiere ser Rey, que se presente a unas primarias...